Guía de firmeza de los colchones, ¿cuál es mejor para ti?

Un buen descanso nocturno es primordial para mantener una buena salud tanto física como mental. Este depende de distintos factores, entre los que el colchón juega un papel muy importante, al brindar el soporte necesario para el cuerpo.

Entre los factores a considerar al elegir tu colchón, la firmeza es uno que debes evaluar con mucho cuidado. Hay desde colchones muy blandos hasta aquellos que son de alta firmeza, por lo que tienes que evaluar desde tu peso y estatura hasta la postura que tomas al dormir.

En general, las personas prefieren descansar en un colchón que tenga una firmeza media, pero no necesariamente es la mejor opción para todos. Para ayudarte, te traemos una guía para ayudarte a saber cuál es la firmeza que más te conviene.

¿De qué depende la firmeza del colchón?

Muchos piensan que la dureza de un colchón está asociada a su grosor o el tipo de material con el cual está fabricado. No obstante, esto se relaciona con la densidad del mismo, así como con la dureza que presenta.

La densidad se refiere a la cantidad de material que se utiliza en el colchón por m³, lo cual se relaciona con la durabilidad y capacidad de adaptación del mismo. Por su parte, la dureza se refiere a la presión que es necesaria para que la superficie del colchón se comprima.

La combinación de ambas características, conforma la firmeza, que puede ser definida como la sensación que percibe tu cuerpo al estar en contacto con el colchón. Esto viene determinado tanto por la densidad (que determina la cantidad de material) y la dureza (asociada a la resistencia).

Estos dos factores han llevado a establecer una escala de firmeza, que también toma en cuenta la profundidad de hundimiento del cuerpo al apoyarse en el colchón. Dentro de este rango, tenemos colchones:

  • Muy blandos: entran dentro de la escala que va del 1 hasta el 3 de firmeza, estando relacionados generalmente con una densidad que va desde 18 a 25 kg/m³. Por lo general, la sensación es la de acostarse en una nube, y el cuerpo suele hundirse hasta 10 cm.
  • Blandos: van del 4 al 5, con densidades entre los 30 a 45 kg/m³ y el cuerpo puede hundirse entre 5 a 7 cm. Esto va a depender del peso de la persona, así como de la dureza que presente el colchón.
  • Medios: se encuentran en un rango entre 6 a 7, con una densidad que va hasta los 60 a 65 kg/m³. La sensación es bastante confortable, y según el material, hay una buena adaptación a la forma del cuerpo.
  • Firmes a muy firmes: los colchones, desde 8 hasta 10, tienen una densidad que puede superar los 80 kg/m³. Algunos tienen una alta dureza y la sensación es que te apoyas en una superficie bastante rígida.

Guía de firmeza de los colchones

Una vez que conoces la escala de firmeza, es necesario que consideres tus características particulares para seleccionar el colchón que te conviene. Entre estas, debes considerar:

Peso y altura

Por lo general, las personas de menor estatura y poco peso necesitan un colchón de firmeza blanda a media. Al no generar una gran presión sobre el colchón, no se hunden demasiado y el cuerpo se adapta bien al material.

Cuando eres una persona con sobrepeso o muy alta, tu cuerpo va a generar una compresión mayor sobre la superficie del colchón. Para que no tengas problemas de movimiento por el hundimiento del cuerpo, deberías optar por colchones de firmeza alta.

Postura al dormir

En el siguiente artículo de CuencaNews, nos comentan que la posición que tomas al dormir es primordial para elegir la firmeza del colchón:

  • Boca abajo: es la postura menos recomendada, debido a que la columna vertebral no queda alineada. Para contrarrestar los inconvenientes, se recomienda que selecciones un colchón de firmeza alta.
  • De lado: en este caso, hay que lograr que el cuerpo alcance un hundimiento adecuado en el colchón y que la columna quede alineada. Puede ser conveniente seleccionar colchones de firmeza blanda a media.
  • Boca arriba: esta posición favorece una buena postura de la columna, por lo que un colchón de firmeza media es lo más recomendado.

Condiciones especiales

Algunas personas tienen necesidades particulares, que deben considerar para alcanzar un adecuado descanso en el colchón:

  • Aquellos con problemas de circulación, pueden optar por un colchón de firmeza alta, favoreciendo que se reduzcan los puntos de presión en el cuerpo.
  • Para niños pequeños, un colchón blando es conveniente por la suavidad y la adaptación a su cuerpo.
  • Si sufres de fibromialgias o presentas algunos problemas óseos muy severos, es posible que el médico te indique el uso de colchones muy blandos.
  • Los atletas de alta competencia, que requieren un descanso profundo y evitar los problemas lumbares, suelen utilizar colchones de firmeza alta.
  • Cuando duermes en pareja, se recomienda un colchón con una firmeza media, que se ajusta mejor a distintas condiciones.
  • Personas muy corpulentas deben optar por un colchón de escala 9 a 10, a fin de que el cuerpo se mantenga en equilibrio.

Al momento de elegir el colchón, lo mejor es que te acuestes en la posición que lo haces normalmente y percibas la sensación de tu cuerpo. Hay algunas empresas que te permiten probarlo durante algunos días, a fin de que determines si se ajusta bien a tus necesidades.

Recuerda que el colchón es el soporte que garantiza que alcances un sueño reparador, y en el que pasarás un promedio de 8 horas cada noche. Por tanto, debes seleccionar aquel que realmente te haga sentir confortable y se ajuste a tus necesidades.