Si te preocupas por mantener tu cuerpo saludable y no quieres abusar de sustancias que no son naturales, lo mejor es llevar una alimentación balanceada. Dentro de esta, conviene incluir alimentos que contribuyen a que tu organismo funcione adecuadamente.
Uno de los que siempre deben estar en tu dieta, son los alimentos probióticos, ricos en microorganismos beneficiosos para la salud. Entre otros beneficios, destaca mantener la microbiota intestinal en niveles adecuados y ayudar a los intestinos con sus funciones.
Para aprovechar al máximo lo que nos ofrecen, es importante saber usarlos de manera correcta y el tiempo justo para que tengan efectos positivos. Te traemos algunos consejos de cuándo usar los alimentos probióticos y los usos que puedes darles.
¿Qué son los alimentos probióticos?
Son aquellos que incluyen un gran número de organismos que brindan beneficios a la salud, reforzando la microbiota natural del cuerpo humano. Forman parte del grupo de los alimentos funcionales, ya que al ser consumidos en la forma y cantidad adecuadas, tienen beneficios comprobados en la salud.
La microbiota asociada a tu organismo, se encuentra principalmente en los intestinos y en la zona vaginal de las mujeres. Estos microorganismos son responsables de protegernos contra el ataque de patógenos causantes de diversas enfermedades, al controlar sus poblaciones.
Para que nuestra flora bacteriana se mantenga en niveles óptimos, es necesario llevar una dieta balanceada y reforzarla con alimentos probióticos. Por lo general se trata de fermentados, principalmente el kéfir, yogur, kimchi o chucrut, entre otros.
Si decides consumir probióticos en forma de suplementos alimenticios, deben cumplir ciertas condiciones para considerarse efectivos:
- Deben ser procesados de tal manera que los microorganismos se mantengan vivos por un mínimo de 21 días, luego de ser consumidos.
- Es necesario que soporten el paso por los ácidos del estómago o la bilis sin sufrir daños.
- Los estudios científicos deben haber comprobado el efecto de la cepa particular en reducir la aparición de microorganismos que son patógenos.
- Tienen que ser capaces de adherirse a las mucosas intestinales y de las otras zonas en las que actúen.
¿Cuándo usar alimentos probióticos?
Se ha demostrado que estos ayudan a tratar o controlar los síntomas de distintas enfermedades intestinales, ya que como nos indican en MurciaDiario, trabajan en optimizar los procesos digestivos. Esto lo hacen al equilibrar las poblaciones de los distintos microorganismos que forman la microbiota bacteriana, siendo útiles particularmente para:
Cuadros de diarreas agudas
Este síntoma generalmente se asocia a que la microbiota intestinal no se encuentra en equilibrio, teniendo consecuencias graves en ciertas personas. Cuando la diarrea no se controla a tiempo, puede llevar a deshidratación grave.
Algunos probióticos han mostrado efectos positivos, principalmente cuando se relacionan con problemas de contaminación del agua o cambio de dieta. Lo recomendable es consumirlos por aproximadamente 1 mes, aunque comienzan controlar el cuadro diarreico en apenas 24 horas.
Enterocolitis y cólicos en lactantes
Los bebés suelen tener problemas intestinales cuando inician su alimentación, lo cual suele ser muy doloroso. Una vez que se ha recomendado el tratamiento por el pediatra, se ha visto que algunos probióticos como Lactobacillus reuteri son efectivos en períodos prolongados de más de 30 días.
También, suelen ser usados para coadyuvar en el tratamiento de la enterocolitis necrosante, que suele aparecer en algunos recién nacidos. Se ha visto que los mejores resultados se logran al combinar de L. acidophilus y B. bifidum por unas 6 semanas.
Diarreas medicamentosas
Hay medicamentos que suelen tener efectos negativos en la microbiota intestinal, particularmente los antibióticos y los usados en tratamientos de quimioterapia. Como consecuencia, es frecuente que el paciente presente diarreas y otros problemas intestinales, que lo debilitan aún más.
Al consumir alimentos probióticos es posible disminuir estos síntomas, haciendo que la persona tenga un mejor estado de salud. En general, se recomienda incorporarlos a la dieta diaria, siempre siguiendo las recomendaciones del médico.
Estreñimiento
Se estima que más del 16 % de las personas en todo el mundo, suelen tener cuadros de estreñimiento, que pueden ser puntuales o crónicos. La movilidad intestinal se ve afectada por un bajo consumo de fibras o agua, por lo que la dieta es clave para resolverlo.
Una buena forma de hacerlo es incorporando alimentos probióticos a la dieta diaria, ya sea yogur o cualquier otro fermentado de tu preferencia. Igualmente, se puede complementar con suplementos de algunas cepas que son efectivas, luego de consumirse unas 3 semanas.
Cuadro de intestino irritable
Las personas que padecen esta patología, suelen tener dolores abdominales frecuentes, lo cual incide negativamente en su calidad de vida. Por lo general, los médicos recomiendan hacer un cambio de dieta e incluir alimentos probióticos.
Los mismos contribuyen a elevar las poblaciones de la microbiota intestinal, por lo que se regula su funcionamiento. Asimismo, es posible incluir complementos ricos en probióticos, que aceleren la regulación del funcionamiento intestinal.
Reforzar el sistema inmune
Para que tu organismo sea capaz de responder al ataque de distintas enfermedades, el sistema intestinal debe estar en pleno funcionamiento. Esto se debe a que tiene una interacción directa con el sistema linfático, encargado de transportar y almacenar los glóbulos blancos.
Muchos alimentos probióticos tienen un alto contenido de minerales como hierro o potasio, además de aportar vitamina C, K, B12 y D, entre otras. Todo esto, en conjunto con el reforzamiento de la microbiota, hace que nuestro cuerpo sea capaz de responder mejor y se vea menos afectado por diversas patologías.
Reducir el riesgo de enfermedades
Se ha visto que el consumo frecuente de alimentos probióticos, contribuye a reducir los niveles de glucosa en la sangre o mejorar la condición cardiovascular. Esto debido a que ayudan a controlar los niveles de colesterol, que afecta a las arterias.
También, al incorporarlos a una dieta hipocalórica, son beneficiosos en el tratamiento de la obesidad y reducir el riesgo de sufrir diabetes. Todo esto, siempre que formen parte de una alimentación balanceada, que aporte todos los nutrientes que requiere el organismo.